Quiero paladear el sabor de tu deseo
Eran prácticamente las diez antes que su jefe apareciera, y él solo la saludó con la mano antes de deslizarse en su oficina en la de atrás. Cassie frunció el ceño. ¿Estaba enojado por lo de ayer de noche? No, se dijo a sí, no vayas allí.