O sea: que no le digas a la puta que invitarás a casa que sabes cocinar si no sabes
Un buen orador sabe leer al público, aun cuando no afirma una palabra. El hablante ha de ser capaz de leer los presentes por medio de la postura corporal de cada uno. Al hacer esto, o sabrá cómo secuenciar un tema o bien incluso cuando lo mudarlo.
